Un equipo internacional de científicos, liderado por astrofísicos de la Universidad Complutense de Madrid, ha logrado observar una galaxia, denominada A370-L57, en sus primeras etapas de formación. Su descubrimiento ha sido posible gracias al efecto lente gravitacional de un cúmulo de galaxias y al uso del mayor telescopio óptico e infrarrojo del mundo, el Gran Telescopio Canarias.
Una lente gravitacional ha permitido estudiar la galaxia más joven y menos masiva de entre las descubiertas a una gran distancia, que se muestra tal y como era durante la infancia del universo, cuando este contaba con solo mil millones de años –el 7% de su edad actual–, según una investigación internacional que lidera la Universidad Complutense de Madrid (UCM). La han denominado A370-L57.
"A la distancia de A370-L57, incluso Hubble solamente puede detectar galaxias que ya tienen cientos o miles de millones de estrellas, formadas a lo largo de decenas o cientos de millones de años. En comparación, esta tiene solo unos cuatro millones de años de edad y una masa de apenas tres millones de veces la del Sol", explica Antonio Hernán Caballero, investigador del departamento de Astrofísica y Ciencias de la Atmósfera de la UCM.
El equipo de astrofísicos ha conseguido estos resultados tras más de un año de observaciones con el telescopio espacial Hubble y el Gran Telescopio Canarias (GTC).
La sensibilidad de los telescopios GTC y Hubble y los 15 aumentos que proporciona la lente gravitacional han permitido estudiar en detalle las propiedades de esta galaxia.
Según este estudio, la galaxia descubierta tiene un diámetro de apenas 200 años luz, (casi mil veces menor que la Vía Láctea) y podría estar en proceso de fusionarse con otra cercana. Su espectro indica que la mayoría de sus estrellas son muy jóvenes y que se formaron de gas muy pobre en metales, lo que sugiere que son algunas de sus primeras estrellas, es decir, su nacimiento.
“Además, A370-L57 está formando estrellas nuevas a un ritmo vertiginoso para su tamaño, de forma que en otros cuatro millones de años su masa se habrá doblado. En comparación, la Vía Láctea tardaría cien mil millones de años en doblar su masa al ritmo actual”, señala el astrofísico de la UCM.
Además de la UCM, en el estudio han participado, entre muchos otros, las universidades de La Laguna, de Pensilvania, de Tokio o de Nottingham; los institutos de Astrofísica de Canarias, de Física de Cantabria o de Astronomía de Zúrich, el Centro de Astrobiología o el Observatorio de París.
Cristina Carandino y Laura Lopera 4ºA
Cristina Carandino y Laura Lopera 4ºA
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